domingo, 12 de mayo de 2019

Triatlón de Juarros


Triatlón de Juarros de Voltoya, Día 11 de mayo 2019.

Tras casi 6 meses de preparación especifica y a 15 días de Lanzarote, el entrenador me recomendó meterme a hacer este triatlón y ahí nos fuimos toda la familia.

En mi mente, pensaba que se iniciaba a las 17h15, por lo que llegamos, como siempre con tiempo. Pero al poco tiempo, vimos que todos estaban muy listos para salir y me di cuenta que la salida era a las 16h15, con la comida todavía en la boca.

Me enfunde rápidamente el neopreno, y a los 10 minutos daban la salida, después de 1’ de silencio por la triatleta fallecida (EPD). Seguí lo previsto, que era salir a full los primeros metros y así lo hice. El problema llego a los 100m cuando llegue (sin calentar) muy desfondado, y no me había quitado a nadie. Entonces levante el ritmo, y note que el de mi derecha y el de mi izquierda se me juntaba peligrosamente. Me puse bastante nervioso, porque entre el sofocón y los roces, no estaba a gusto. Entonces llego la primera boya y la profundidad del agua era de apenas 1m. Me puse de pie y anduve unos 10m que me permitieron recentrarme, tranquilarme y coger una nueva trayectoria que me aislaba del mogollón. La primera vuelta se hace lenta, pero la segunda ya encuentro mi sitio y nado mas o menos a gusto.

Llega la T1, puesto 39, el pulso muy alto, y al quitarme el neopreno, se me sube malamente el gemelo. Estoy pensando que correr con esto subido no va a poder ser y me digo a mi mismo, que ya solo toca darlo todo en la bici. El pulsometro a 160bpm, le empiezo a dar alegre a la bici. ¡Voy adelantando! Vamos bien. Voy acoplado todo el rato, aunque al ir tan tumbado, me sale algún que otros reflujos de isotónica. Sube poco a poco la media hasta los 38,5Kms/h. En 1h me ventilo la bici, con 3 geles y llego a la T2 en posición 13, pensando en mi gemelo a ver como va a responder.




Me cambio, veo a las niñas y Ana, me dice que voy fenomenal. Empiezo a correr y siendo sincero, no noto nada de molestia. Así que sigo tirando. A 4:10, sigo a los 3 que tengo delante. Adelanto, pero también me adelantan unos buenos bicharracos. La primera vuelta (5kms), no me encuentro. Flato, piernas duras, pensando en el gemelo… Levanto el ritmo. Del kilometro 6 al 8 aprox, me noto bien y tiro. Ya falta poco, y el que esta detrás lo tengo más o menos controlado. Solo falta la subida al pueblo (¡qué dura!) y ya veo a mis hijas esperándome en meta. Entramos juntos, como siempre. Tardo unos minutos en recuperarme del esfuerzo. Mi hija mayor me dice que ha contado unos 21 delante de mi, así que seré el 22.

Muchas lecciones aprendidas para Lanzarote, sobre todo, varios errores que no me puedo permitir (equivocarme en la hora de salida, salir fuerte del agua, tirar como un poseso del neopreno, tomar algo corriendo,…)

lunes, 1 de enero de 2018

Retos para 2018

Este año, a parte de las principales carreras, quiero tambien mejorar algunos aspectos cualitativos, por lo que me he fijado el siguiente objetivo:
Correr un 10k en sub 42.

El resto de retos seran:
- Half pamplona en sub 5h
- Terminar los desafios de los puertos
- Llegar en condiciones para el ironman de Madrid (parte Bici)
- Maraton de Valencia sub 3:30

Y no lesionarme...

martes, 24 de octubre de 2017

Se acercan nuevos retos!

Se acercan nuevos retos!

¿Qué he aprendido entrenando un Ironman?

Hace unos días estuve leyendo el artículo en LinkedIn de David Blay Tapia (Enlace aquí) que contaba las cosas que había aprendido corriendo a las 6 de la mañana. Me sentí muy identificado con este artículo aunque sus "cosas" no sean exactamente las mismas que las mías. Por eso he decidido escribir mi propio artículo inspirado en el suyo, pero con mis apreciaciones.
Padre de 2 maravillosas hijas, apasionado por el triatlón, decidí retarme y me prepararé para el Ironman de Vitoria, que fue el pasado 9 de julio. Intentando seguir una planificación ordenada, y negándome a madrugar, todos mis planes de entrenos semanales fracasaban uno tras otro. Las pocas semanas que lo conseguía, me comía por dentro los remordimientos de no haber estado presente para mi familia. 
Entonces decidí madrugar, muy a mi pesar. Gracias a este pequeño empujón, sumaba 5h semanales sin afectar en absoluto a mi vida familial, ni laboral.
Las lecciones aprendidas han sido muy dispares, pero creo que al final encuentran un punto común, la búsqueda de la eficiencia. Estas lecciones se pueden aplicar perfectamente a la vida personal y profesional, creando un hábito de vida saludable, organizado y sostenible en el tiempo. Paso a detallarlas:
  • Eliminar (o al menos reducer) el principal hábito inútil: ¿Cuántas horas pasamos delante la tele sin ver nada? La tele es una pérdida de tiempo enorme: al madrugar, tenía que compensar esta falta de sueño por un horario más “europeo”. Ahora suelo acostarme más o menos a las 23h, para estar fresco por la mañana. No echo de menos las horas y horas de anuncio que nos martillean la cabeza, ni los programas basuras (que tampoco veía antes). Al final, es simplemente adelantar los horarios 1h.
  • 21 días para cambiar hábito: el dicho que necesitas 21 días para crear un hábito es totalmente cierto. Los primeros días todo cuesta más, el cuerpo se tiene que acostumbrar a los cambios, tanto a nivel de horario, como nutricionales. Tras pasar este periodo, parece que lo has hecho toda la vida.
  • Cuestionarlo todo: Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo, decía Einstein. Leer, experimentar, probar y estar dispuesto a cambiar de opinión sobre prejuicio. Eso si, por favor, siempre acompañado de profesionales (y mas en temas relacionado con la salud/nutrición!). ¿Por ejemplo, porque tomamos azúcar? ¿Es realmente bueno o podemos reducirlo? ¿Y si cambiando levemente la dieta, mejoramos la ingesta de carbohidratos rápidos? Personalmente, he cambiado café con leche y azúcar por café con leche de arroz con canela, tostada de mermelada por tostada con tomate, yogurt a yogurt desnatado, …
  • Mejorar tu organización: Cambiar la organización, no es más que mejorar pequeños aspectos. La suma de esos cambios individuales, terminan mejorando el conjunto. No hay una varita mágica que te hacer ser mas organizado: Por ejemplo, colocar unas 10h de entreno a la semana, significa que necesitas al menos 2 horas más para temas logísticos: ducha, cambio de ropa, tiempo de trayecto a la piscina, ... Al entrenar de madrugada hace que saltes de la cama directamente al rodillo o a la calle a correr. Otro ejemplo, por la mañana no puedo hacer ruido cuando me tomo mi primer café y me preparo para mi primer entreno. Gracias a mi plan semanal (que comento más abajo) dejo organizado una bolsa con el material para cada deporte. Lo dicho, pequeños detalles que mejoran el conjunto.
  • Reflexionar mucho más: uso el tiempo de mis entrenos para organizar mis tareas tanto profesionales como personales. Se me ocurren ideas, o preguntas que sin tomarme este tiempo, no me llegarían. Este tiempo de reflexión me hace más pausado, más maduro en mi approach hacia ciertos conflictos/incidencias/problemas. Aunque no se practique deporte, veo fundamental dedicar un tiempo a la reflexión, a construir pensamientos.
  • Planificar: No confundir con objetivo. Mi objetivo es ser ironman finisher y mi planificación son las etapas que voy a seguir para conseguirlo. Una planificación “obliga” a una cierta disciplina. La planificación permite no inventarte pasos intermedios (¿y si hoy corro en vez de rodillo?) y poder suplantar entrenos incumplidos por diferentes motivos (hijas malitas, viaje de negocio, etc…). Este reto seria imposible sin una planificación.
  • Trabajo en grupo: Añado este punto, porque si bien es cierto que el 80% de los entrenos se hacen solos, siempre anima más hacer 20kms corriendo en grupo que solo. También, el hecho de quedar, te obliga a levantarte de la cama ese domingo gris a las 7h30.

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domingo, 16 de julio de 2017

Julio 2017 Ironman Vitoria

Y por fin suena el despertador de este día tan esperado, este 9 de julio 2017. Dormí mal, nervioso, con miedo a que ese dolor de garganta me diera el día pero un ibuprofeno y a aguantar.

Desayuno poco porque no entra. Un bol de avena con leche de arroz y canela y un zumo de naranja natural. ¿Con esto será suficiente? Ya empezamos con las dudas! Cogemos el autobús y vamos en la zona de la natación. Dejo preparado todos los geles y barritas, la ropa y me enfundó el neopreno. Todavía falta 1h para el inicio. Los nervios me pueden. ¿Que hago aquí con lo bien que estaría con mis hijas?


Falta 20minutos para la salida, empiezo a activar el cuerpo y la mente que hasta hora tenía en blanco. Me coloco con los 1300 otros triatletas en el box de salida y ya preveo mamporrazos en la natación! 10-9-8-7.... y pienso ahí quería estar desde hace meses, así que a disfrutarlo.


Entró en el agua y efectivamente los primeros 800m es salvase quien pueda. Intentó seguir los pies de uno que parece saber dónde va y a rebufo todo lo que puedo. Pensaba que la primera boya era la de la izquierda y me doy cuenta cuando pasó la boya que no, que tenía en mente el circuito de nado al revés! Menos mal que estuve siguiendo a este alma salvadora! El retorno, de la primera vuelta aplicó la misma táctica de seguir unos pies pero esta vez la estrategia no funciona. Había que pasar en medio de 2 boyas y el barco de la organización nos manda 50 metros más a la derecha. Esto no me termina de afectar ni retrasar. Voy bien, me siento fuerte, y cuando miro el reloj en la primera vuelta veo 35'! Perfecto, voy bien. Segunda vuelta ya tengo el recorrido en la cabeza y voy más recto. Con el neopreno todo se hace más fácil, me dejo deslizar más, así hago menos brazadas y me cansó menos. Hay menos triatletas y consigo nadar a gusto. Llego a la T1 con un tiempo de 1h10. Bien, vamos según lo planificado. Esto marcha.


En la t1 me cambio totalmente de ropa, dando el espectáculo en la carpa. Protección solar, crema antiroce y todo en orden, voy preparado. Cojo la bici, y ahí que vamos.


2 vueltas de 70 kms y una de 40 kms. La primera vuelta la hago controlando muchísimo, 190w-200w, corazón alrededor de 130-135bpm. Cada 20min me alimento de gel o de barrita. Solo tengo que recargar de agua en los avituallamientos. Llevo 3 bidones de sales e isotonica. Cumplo lo planificado a rajatabla. Cada 1h45 el bidón de isotonica y sales, y 1,5 bidón de agua. Todo va fenomenal. La segunda vuelta, de vuelta a Vitoria sopla un viento desagradable de frente/costado. Estoy todo el rato acoplado, muy aerodinámico y hago media de 34kms/h. Llega el kilómetro 120 y esto ya se empieza a hacer largo. El cuello me molesta, aprieta un poco el calor y voy bajando a 180w para intentar conservar las mismas pulsaciones. Psicológicamente el hecho de poner la vuelta pequeña al final es un alivio. En mi bici puse fotos de mis hijas y cada vez que necesitaba un empujón las he ido mirando, las he hablado, las he dicho que las quería y que me dieran fuerzas! Emocionarse encima de la bici no es buena idea pero da ese empujón que uno necesita!




Entró en Vitoria centro, todavía no sé cómo iré en la maratón, pero confió. He estado guardando, así que esto tiene que funcionar. Me cogen la bici y me voy camino a la T2. Veo a Ana y Henri! Que subidón!


En la T2, me cambio, dando otra vez el espectáculo. Me sobran algún que otros geles pero decido seguir con el plan establecido. Lo que no haya consumido en la bici, no lo consumiré en la maratón. Me llevo 4 geles, uno por cada vuelta. Gafas, gorra y me acerco a la chica que reparte crema solar. Me embadurna y noto que tengo el cuello algo quemado. Hay que protegerse bien que esto va para rato.



Inició de la maratón, los primeros 2/3 kilómetros controlando mucho, a 5:20 el km. Voy bien, me siento bien. Las piernas responden. Que alegría. Pienso en mi tia merce que hace años corrió maratones. Pienso en mis hijas, pienso mucho en mis hijas. Y noto que esto va. Sé que petare, pero cuanto más tarde mejor. La primera vuelta la hago muy cómoda, pudiendo tirar por debajo de 5min/km durante bastante tiempo. Y ahí me acuerdo de mi amigo Diego y de nuestro último entreno donde el tío me hizo sudar la gota gorda, pero esta última carrera me dio mucha confianza. Sé que hasta el km 20 lo puedo aguantar, así que vamos. La media maratón la hago en bastante menos que 2h, y me paro cuando veo a Ana y le digo que llame a mis hijas para decirle que esta noche papa será un ironman. Realmente sé que lo iba a ser desde el kilómetro 3 de la maratón. Pero esto no es tan fácil como parece. Intentó retrasar el mazazo lo más tarde posible pero sé que llegará! 


Y llego. En el 25, se acabaron las fuerzas. No podía más. Las piernas duras como piedras. Curiosamente solo era problema de piernas porque no iba agotado. Henri me acompaña del 25 al 29 más o menos y charlamos poco pero lo suficiente como para animarme. Paro en todos los avituallamientos, bebo cocacola que me sienta fenomenal, naranjas y platano. Ese dolor de piernas se puede deber a falta de sales/potasio así que le doy a la isotonica y al platano! 

Pero el dolor no cesa de hecho va a más. Le digo a Henri que me acompañe la última vuelta. Del 30 a 35, no puedo más. Ando mucho, intentó estirar pero no puedo porque me entra calambres. En el 36 veo a Henri y le pido que me deje solo. Las penurias se sufren a solas! Le digo que nos vemos en meta. En el 37-38, me vuelvo a animar, no se de donde saco las fuerzas. Visualizo la meta mentalmente y doy el último empujón. Esto ya está hecho. El último kilómetro disfruto como un enano, pasando por El Centro de Vitoria, animado por todo el publico. 

Y por fin: la meta. Tengo ganas de reír, llorar y tumbarme todo a la vez. Esos 10 metros de pasillo hasta la meta, los disfruto como nadie. Ana está ahí grabándome. Pasó la meta en 11h09 y soy Ironman. 




sábado, 17 de octubre de 2015

Cambios de estrategia

Este año, puedo decir que ha sido el año de las lesiones. Lejos de desmotivarme, me lo estoy tomando como una experiencia más para aprender a controlar y escuchar el cuerpo que definitivamente, me está demostrando que es muy sabio.

En marzo/abril, tuve mi tendinitis rótuliana haciendo de las suyas. En agosto, una periostitis en el pie izquierdo. En septiembre, una molestia en el hombro y otra en los izquiostibiales. Para rematar, me rompo la clavícula. 

Lo primero que puedo decir es que estoy aprendiendo mucho de anatomía y de fisioterapia. Lo segundo es que empiezo a tener una buena relación con mi fisio de tanto verle.

En marketing estratégico, esto serían mis debilidades. Para paliarlas, he decidido tomar acciones:

- podólogo: cada vez que corro más de 10-12 kms, me rompo. Claramente, hay hay algo que falla. Tras consultar con Rubén, de pododinamica, me ha descubierto que tengo pies cavo, con pro acción de 6 y 4 grados en cada pierna. Me ha recomendado hacerme unas plantillas a medida. Tras probarlas y salirme unas ampollas muy grandes, me las ha reajustado. A día de hoy, con la clavícula rota, no puedo decir el resultado, pero seguro que bien.

- biomecánica: en ciclismo y rendimiento, me he puesto en mano de Yago alcalde que me ha revisado la posición tanto en la cabra como en la flaca. Los cambios han sido muy leves ya que mi posición inicial no era mala, excepto las calas (como no).

- complemento alimenticio: a ver, aquí voy a recibir críticas o no. Pero creo que hay un factor medico y también psicológico (efecto placebo), pero si el efecto placebo funciona, pues mejor. Mi primer criterio para elegir complementos es que de ninguna manera pueden ser nocivos, no soy profesional y no me juego nada. Solo necesito algo que me ayude a no lesionarme, sentirme mejor, recuperar mejor. Ahí veo 2 pastillas: complemento vitamínico (tipo multicentrum) y otro colageno+magnesio de María de la justicia. Él colageno y magnesio no puede suponer ningún tipo de peligro ya que en caso de exceso, el cuerpo lo elimina, como la vitamina C.

A partir de diciembre, volveré a mis entrenos. Como voy con tiempo para el próximo reto (que todavía no sé cuál será pero cálculo mayo), quiero empezar mis entrenos sin presión, ajustando más mi forma base, más core y intentar bajar más las pulsaciones.

A ver si 2016, con esos cambios, se convierte en mi año pre-ironman y consigo una forma suficiente para afrontar un half por debajo de 5h, y ser capaz de aguantar entrenos prolongados sin lesiones.

sábado, 10 de octubre de 2015

Crónica half-Ironman Málaga Skoda 2015

Llegaba a Málaga con pocos entrenos de running, debido a las lesiones, y menos de nado. En total en 2015, había hecho 190kms de Run y solo 19kms de nado. Muy muy insuficiente y sabía que iba a sufrir en esos segmentos. Pero mi idea era ser finisher e intentar disfrutar de esa experiencia acumulada que me daba las diferentes pruebas que había realizado, siendo este half uno más.

Llegue a la playa de la misericordia muy relajado y muy tranquilo. En mi cabeza lo tenía todo claro, sabía dónde apretar y donde no, y sabia que no me jugaba nada. Así todo más fácil mentalmente. Es más, por la noche, me permiti el lujo de cenar unos fritos, con eso lo digo todo.

Dejó la bici, lo dejo todo listo y me enfundó el neopreno. Ana me alcanza y vamos a ver la,salida del sprint en la playa. Una sesión de fotos y ya estamos casi en la salida. Nos informan que se hará 5 vueltas en la parte de carrera, en vez de 4.

Primera vez del año que me enfundó el neopreno. Con mis 73kgs, igual que el año pasado, todo correcto. Empieza la prueba: pitido de salida y decido ser conservador porque total en este segmento me van a sumar los minutos. Empiezo el nado bien, primera boya, como siempre se me hace larguísima. Alguna leche recibo pero nada del otro mundo. Cuando pasó la segunda boya, alguien me toca con el pie, desconcentrándome y haciendo que me beba una trago... Argg 

Primera vuelta, voy ya cansado. No puedo ni correr para dar la vuelta. Recuerdo que al cambiar de postura de tumbado a levantado, el ritmo cardíaco se dispara. Así que tranquilidad que me faltan otros 900 metros por lo menos. No me adelantan casi nadie porque salí de los últimos, a excepción de los del relevos que salían unos minutos más tarde. El primero iba con un motor! Ya doy, la segunda vuelta y me digo que esto ya está... Al final, nade a 1:52min/100m, que no está mal por ser yo.

Llego a la T1, tocado, pero a pesar de pensar que iba de los últimos, veo muchas bicis todavía. Me enfundó el casco y a correr. Los primeros metros son de traca. Que cansado estoy, las piernas frías...Buff que largo se me va a hacer esto. El circuito consta de 3 vueltas. La primera la uso de reconocimiento y la verdad que el circuito es llano (habituado al carril bici de Madrid-soto). Primera vuelta bien, entró en forma y arranco la segunda vuelta. Ana está sacando fotos, que bien, vamos a posar un poco ;) . Voy por el final de la segunda vuelta y empiezo a seguirme regular (kilómetro 50), que si quiero hacer pis, el estomago lo noto revuelto, las piernas pesadas, y encima mi pulso lo noto elevado pero como no me funciona el pulso metro del garmin, todo se queda en sensaciones.
La tercera vuelta me sobra, claramente, pienso que todavía me falta la media maratón así que levantó el pie. Me pasa una grupeta que chupaban rueda como si no hubiera mañana... Fenomenal para ellos, pero yo no voy entrar a este juego. Eso sí, que a mí no se me peguen ni dios. A uno le digo que si quiere que le haga su media maratón también...

Llego a la T2, con muchas ganas de dejar la bici. Al final tardo 2h33, posición 69, con 32,8kms/h de media. Vengo bien alimentado y hidratado, pero noto que tengo las piernas a punto de jugarme una mala pasada con los calambres. Enfundo zapatillas de correr, gorra, y allá que vamos.

Primeros dos kilometros, hasta me sorprendo a mi mismo. Voy bien. Hasta que de repente el maldito calambre me hace parar. Grito de dolor y en mi cabeza pasa de todo. Que me doy la vuelta he! Aguanto un poco y sigo tirando. Me lo tomo con calma. Y así fue durante mas de 2 horas. Mi cuerpo diciéndome que donde iba y yo diciéndole que no iba a abandonar. Pensaba en mis compañeros de fatiga que una semana antes había hecho el KM0 de Madrid y ellos si que sufrieron, así que yo, con la mitad de la distancia y en llano, no era pensable abandonar. Seguí, seguí y seguí hasta la ultima vuelta. Cada vez que pasaba delante Ana, me motivaba. Pensaba en esas naranjas que me tocaría en la siguiente vuelta como recompensa a mis esfuerzos. De tanto seguir, ya me veía en la recta final y llegando. Al Final, 5h21. Decepcionado con mis sensaciones, mas o menos contento con el tiempo. Hubiera preferido tardar un poco mas pero tener mejor sensaciones, sin lugar a duda.

Después de esa llegada a meta, descanso, pensando en coger el ave hacia Madrid a las 17h. Recojo todo, Ana se coge un taxi hasta el hotel y yo me voy en bici (son 4 kilometros si llega). Sin embargo, a 200 metros de llegar al hotel, se me engancha la rueda delantera en los raíles de tren del puerto, caigo y me rompo la clavícula...  Después de todo el esfuerzo, como me puede pasar esto a mi. Ahora toca ducharse, meter la bici en la maleta y aguantar el dolor hasta Madrid, donde luego me iré a urgencias y me confirmarían el diagnostico.