martes, 24 de octubre de 2017

Se acercan nuevos retos!

Se acercan nuevos retos!

¿Qué he aprendido entrenando un Ironman?

Hace unos días estuve leyendo el artículo en LinkedIn de David Blay Tapia (Enlace aquí) que contaba las cosas que había aprendido corriendo a las 6 de la mañana. Me sentí muy identificado con este artículo aunque sus "cosas" no sean exactamente las mismas que las mías. Por eso he decidido escribir mi propio artículo inspirado en el suyo, pero con mis apreciaciones.
Padre de 2 maravillosas hijas, apasionado por el triatlón, decidí retarme y me prepararé para el Ironman de Vitoria, que fue el pasado 9 de julio. Intentando seguir una planificación ordenada, y negándome a madrugar, todos mis planes de entrenos semanales fracasaban uno tras otro. Las pocas semanas que lo conseguía, me comía por dentro los remordimientos de no haber estado presente para mi familia. 
Entonces decidí madrugar, muy a mi pesar. Gracias a este pequeño empujón, sumaba 5h semanales sin afectar en absoluto a mi vida familial, ni laboral.
Las lecciones aprendidas han sido muy dispares, pero creo que al final encuentran un punto común, la búsqueda de la eficiencia. Estas lecciones se pueden aplicar perfectamente a la vida personal y profesional, creando un hábito de vida saludable, organizado y sostenible en el tiempo. Paso a detallarlas:
  • Eliminar (o al menos reducer) el principal hábito inútil: ¿Cuántas horas pasamos delante la tele sin ver nada? La tele es una pérdida de tiempo enorme: al madrugar, tenía que compensar esta falta de sueño por un horario más “europeo”. Ahora suelo acostarme más o menos a las 23h, para estar fresco por la mañana. No echo de menos las horas y horas de anuncio que nos martillean la cabeza, ni los programas basuras (que tampoco veía antes). Al final, es simplemente adelantar los horarios 1h.
  • 21 días para cambiar hábito: el dicho que necesitas 21 días para crear un hábito es totalmente cierto. Los primeros días todo cuesta más, el cuerpo se tiene que acostumbrar a los cambios, tanto a nivel de horario, como nutricionales. Tras pasar este periodo, parece que lo has hecho toda la vida.
  • Cuestionarlo todo: Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo, decía Einstein. Leer, experimentar, probar y estar dispuesto a cambiar de opinión sobre prejuicio. Eso si, por favor, siempre acompañado de profesionales (y mas en temas relacionado con la salud/nutrición!). ¿Por ejemplo, porque tomamos azúcar? ¿Es realmente bueno o podemos reducirlo? ¿Y si cambiando levemente la dieta, mejoramos la ingesta de carbohidratos rápidos? Personalmente, he cambiado café con leche y azúcar por café con leche de arroz con canela, tostada de mermelada por tostada con tomate, yogurt a yogurt desnatado, …
  • Mejorar tu organización: Cambiar la organización, no es más que mejorar pequeños aspectos. La suma de esos cambios individuales, terminan mejorando el conjunto. No hay una varita mágica que te hacer ser mas organizado: Por ejemplo, colocar unas 10h de entreno a la semana, significa que necesitas al menos 2 horas más para temas logísticos: ducha, cambio de ropa, tiempo de trayecto a la piscina, ... Al entrenar de madrugada hace que saltes de la cama directamente al rodillo o a la calle a correr. Otro ejemplo, por la mañana no puedo hacer ruido cuando me tomo mi primer café y me preparo para mi primer entreno. Gracias a mi plan semanal (que comento más abajo) dejo organizado una bolsa con el material para cada deporte. Lo dicho, pequeños detalles que mejoran el conjunto.
  • Reflexionar mucho más: uso el tiempo de mis entrenos para organizar mis tareas tanto profesionales como personales. Se me ocurren ideas, o preguntas que sin tomarme este tiempo, no me llegarían. Este tiempo de reflexión me hace más pausado, más maduro en mi approach hacia ciertos conflictos/incidencias/problemas. Aunque no se practique deporte, veo fundamental dedicar un tiempo a la reflexión, a construir pensamientos.
  • Planificar: No confundir con objetivo. Mi objetivo es ser ironman finisher y mi planificación son las etapas que voy a seguir para conseguirlo. Una planificación “obliga” a una cierta disciplina. La planificación permite no inventarte pasos intermedios (¿y si hoy corro en vez de rodillo?) y poder suplantar entrenos incumplidos por diferentes motivos (hijas malitas, viaje de negocio, etc…). Este reto seria imposible sin una planificación.
  • Trabajo en grupo: Añado este punto, porque si bien es cierto que el 80% de los entrenos se hacen solos, siempre anima más hacer 20kms corriendo en grupo que solo. También, el hecho de quedar, te obliga a levantarte de la cama ese domingo gris a las 7h30.

x

domingo, 16 de julio de 2017

Julio 2017 Ironman Vitoria

Y por fin suena el despertador de este día tan esperado, este 9 de julio 2017. Dormí mal, nervioso, con miedo a que ese dolor de garganta me diera el día pero un ibuprofeno y a aguantar.

Desayuno poco porque no entra. Un bol de avena con leche de arroz y canela y un zumo de naranja natural. ¿Con esto será suficiente? Ya empezamos con las dudas! Cogemos el autobús y vamos en la zona de la natación. Dejo preparado todos los geles y barritas, la ropa y me enfundó el neopreno. Todavía falta 1h para el inicio. Los nervios me pueden. ¿Que hago aquí con lo bien que estaría con mis hijas?


Falta 20minutos para la salida, empiezo a activar el cuerpo y la mente que hasta hora tenía en blanco. Me coloco con los 1300 otros triatletas en el box de salida y ya preveo mamporrazos en la natación! 10-9-8-7.... y pienso ahí quería estar desde hace meses, así que a disfrutarlo.


Entró en el agua y efectivamente los primeros 800m es salvase quien pueda. Intentó seguir los pies de uno que parece saber dónde va y a rebufo todo lo que puedo. Pensaba que la primera boya era la de la izquierda y me doy cuenta cuando pasó la boya que no, que tenía en mente el circuito de nado al revés! Menos mal que estuve siguiendo a este alma salvadora! El retorno, de la primera vuelta aplicó la misma táctica de seguir unos pies pero esta vez la estrategia no funciona. Había que pasar en medio de 2 boyas y el barco de la organización nos manda 50 metros más a la derecha. Esto no me termina de afectar ni retrasar. Voy bien, me siento fuerte, y cuando miro el reloj en la primera vuelta veo 35'! Perfecto, voy bien. Segunda vuelta ya tengo el recorrido en la cabeza y voy más recto. Con el neopreno todo se hace más fácil, me dejo deslizar más, así hago menos brazadas y me cansó menos. Hay menos triatletas y consigo nadar a gusto. Llego a la T1 con un tiempo de 1h10. Bien, vamos según lo planificado. Esto marcha.


En la t1 me cambio totalmente de ropa, dando el espectáculo en la carpa. Protección solar, crema antiroce y todo en orden, voy preparado. Cojo la bici, y ahí que vamos.


2 vueltas de 70 kms y una de 40 kms. La primera vuelta la hago controlando muchísimo, 190w-200w, corazón alrededor de 130-135bpm. Cada 20min me alimento de gel o de barrita. Solo tengo que recargar de agua en los avituallamientos. Llevo 3 bidones de sales e isotonica. Cumplo lo planificado a rajatabla. Cada 1h45 el bidón de isotonica y sales, y 1,5 bidón de agua. Todo va fenomenal. La segunda vuelta, de vuelta a Vitoria sopla un viento desagradable de frente/costado. Estoy todo el rato acoplado, muy aerodinámico y hago media de 34kms/h. Llega el kilómetro 120 y esto ya se empieza a hacer largo. El cuello me molesta, aprieta un poco el calor y voy bajando a 180w para intentar conservar las mismas pulsaciones. Psicológicamente el hecho de poner la vuelta pequeña al final es un alivio. En mi bici puse fotos de mis hijas y cada vez que necesitaba un empujón las he ido mirando, las he hablado, las he dicho que las quería y que me dieran fuerzas! Emocionarse encima de la bici no es buena idea pero da ese empujón que uno necesita!




Entró en Vitoria centro, todavía no sé cómo iré en la maratón, pero confió. He estado guardando, así que esto tiene que funcionar. Me cogen la bici y me voy camino a la T2. Veo a Ana y Henri! Que subidón!


En la T2, me cambio, dando otra vez el espectáculo. Me sobran algún que otros geles pero decido seguir con el plan establecido. Lo que no haya consumido en la bici, no lo consumiré en la maratón. Me llevo 4 geles, uno por cada vuelta. Gafas, gorra y me acerco a la chica que reparte crema solar. Me embadurna y noto que tengo el cuello algo quemado. Hay que protegerse bien que esto va para rato.



Inició de la maratón, los primeros 2/3 kilómetros controlando mucho, a 5:20 el km. Voy bien, me siento bien. Las piernas responden. Que alegría. Pienso en mi tia merce que hace años corrió maratones. Pienso en mis hijas, pienso mucho en mis hijas. Y noto que esto va. Sé que petare, pero cuanto más tarde mejor. La primera vuelta la hago muy cómoda, pudiendo tirar por debajo de 5min/km durante bastante tiempo. Y ahí me acuerdo de mi amigo Diego y de nuestro último entreno donde el tío me hizo sudar la gota gorda, pero esta última carrera me dio mucha confianza. Sé que hasta el km 20 lo puedo aguantar, así que vamos. La media maratón la hago en bastante menos que 2h, y me paro cuando veo a Ana y le digo que llame a mis hijas para decirle que esta noche papa será un ironman. Realmente sé que lo iba a ser desde el kilómetro 3 de la maratón. Pero esto no es tan fácil como parece. Intentó retrasar el mazazo lo más tarde posible pero sé que llegará! 


Y llego. En el 25, se acabaron las fuerzas. No podía más. Las piernas duras como piedras. Curiosamente solo era problema de piernas porque no iba agotado. Henri me acompaña del 25 al 29 más o menos y charlamos poco pero lo suficiente como para animarme. Paro en todos los avituallamientos, bebo cocacola que me sienta fenomenal, naranjas y platano. Ese dolor de piernas se puede deber a falta de sales/potasio así que le doy a la isotonica y al platano! 

Pero el dolor no cesa de hecho va a más. Le digo a Henri que me acompañe la última vuelta. Del 30 a 35, no puedo más. Ando mucho, intentó estirar pero no puedo porque me entra calambres. En el 36 veo a Henri y le pido que me deje solo. Las penurias se sufren a solas! Le digo que nos vemos en meta. En el 37-38, me vuelvo a animar, no se de donde saco las fuerzas. Visualizo la meta mentalmente y doy el último empujón. Esto ya está hecho. El último kilómetro disfruto como un enano, pasando por El Centro de Vitoria, animado por todo el publico. 

Y por fin: la meta. Tengo ganas de reír, llorar y tumbarme todo a la vez. Esos 10 metros de pasillo hasta la meta, los disfruto como nadie. Ana está ahí grabándome. Pasó la meta en 11h09 y soy Ironman.