jueves, 1 de mayo de 2014

Crónica half-Ironman ICAN Málaga 2014

Viviendo en Madrid, el viernes cogimos el AVE para Málaga, qué cómodo es ir en medio de transporte con la maleta de la bici.Llegamos y la presión empezó poco a poco a subir.

Es domingo, suena el despertador a las 5h15. Había pedido un picnic en recepción el día anterior que se componía de 4 rebanadas de pan integral, 2 mermeladas, 2 lonchas de queso, 4 lonchas de pavo, 3 plátanos, 3 botellas de agua y un café soluble.El triatleta que me lee entenderá porque un café soluble, suele ser muy efectivo a la hora de acudir al baño.
No me entra el desayuno, pero me esfuerzo porque soy consciente de que sino lo voy a pagar más tarde. Los nervios cada vez más presentes, por fin, las 7h, me voy. Me cojo un taxi y llego a la playa de la Misericordia, todo el mundo intenta disimular sus nervios con risas, charlando de cualquier tema, pero las miradas no engañan.
Me meto en la carpa, me pongo el neopreno y dejo mis bolsas de transición. Hace frío, pero me pongo la crema solar, mucha vaselina entre las piernas, ya no hay marcha atrás. El tiempo pasa rápido pero a la vez lento. Es una sensación curiosa.
Salgo a la playa estirando y veo al los del ICAN 57 casi listo para la salida. El sol se está levantando y curiosamente empiezo a relajarme. Ana me alcanza y su presencia me relaja más todavía. La cara de los demás es un poema. Me situó al final del todo, no voy a competir por tiempo, sólo vengo a ser finisher. Dan la salida al ICAN 57 con algo de retraso. Una vez los ICAN 57 fuera de alcance, me meto en el agua a probarla: 14 grados. Me da igual, sólo quiero empezar esto ya.

NATACIÓN

El pitido de la salida resuena pero dejo pasar a todos. Me meto en ese agua congelada, noto como se me pasa por toda la espalda y empiezo a nadar. Al principio, golpes, patadas, no sé muy bien donde situarme. Pasamos la primera boya y consigo encontrar mi ritmo, pin pan, pin pan, ni miro donde voy, sólo sigo esos pies que a veces me golpean las manos. Al cabo de un rato, levanto la cabeza y sorpresa, la boya ya está aquí, que alivió y que subidón me entra. Para la vuelta me intentó orientar gracias a la Chimenea de la playa. Como se ve de lejos, no me hace falta ni girar la cabeza. Pero ese placebo me perturba: No avanzo, qué desesperación ¿Habrá corriente? ¿Qué tiempo estoy haciendo? ¿Me queda mucho? Ni idea. Levanto la cabeza deseando recibir la misma sorpresa que a la ida, pero no! Esta vez sigo lejos. Aún así decido relajarme y de repente me empiezo a sentir a gusto, noto que voy bien, a mi ritmo y por fin llego a la última boya. Me relajo y me digo: esto ya está hecho.

Salgo del agua andando, no tengo prisa, pero miro mi garmin, ostras: 2.160m en 38min. Vaya tiempazo (para lo que soy yo!)

CICLISMO

Llego a la carpa, todas las bolsas tiradas en el suelo (un desastre de organización). Parece un campo de batalla. La gente desesperándose por su bolsa. Yo que no iba a hacer tiempo, me frustre, así que el que iba con esa intención, me imagino sus pensamientos. Llego a mi bici, todo en orden. Salgo y empiezo a pedalear tranquilamente que tengo las piernas frías del agua. Maldición, no me funciona el garmin con la frecuencia del pedaleo. Me resigno y de repente pienso, ostras, he configurado la otra bici. Esto me cabrea, paro todo los contadores. Vuelvo a ponerme en modo bici y por fin me vuelve a funcionar. Adiós información del tiempo global. Miro mi otro reloj que me habia puesto aposta en el otro brazo pero tampoco lo había puesto en marcha. Pues ala, a ciegas. Unos poquitos kilometros más tarde, por fin, cojo ritmo. El circuito es plano y voy 100% acoplado. Hay viento pero acoplado reduzco bastante la carga aerodinámica. Me refresco con agua para ver como anda el estómago después de la natación, todo en orden, así que decido alimentarme con un gel e isotónica. El cuerpo me vuelve a responder que todo en orden. En el avituallamiento cojo una de agua y un gel de la organización. Al rato, tiró el agua para quitarme peso y seguir sólo con mi isotónica. Pruebo el gel, Argg, sabe a rayos y no tengo agua para quitarme ese sabor a cola/limon. Me hago amiguete de uno y le pido su agua que me da sin pensarlo. Como me dijo, aquí estamos para sufrir juntos. Doy la vuelta y empieza la bajada, voy a lo "misil". Frecuencia cardíaca por debajo de 140bpm. Voy muy bien pero me reservo mucho que esto sólo acaba de empezar. 
Ruedo bien, estoy cómodo, inició la segunda vuelta muy fresco. Es más, consigo hacer hueco a los que iban conmigo. Sigo por debajo de 140bpm. Mucho más viento pero muy a gusto. Y me veo terminando la bici sin ningún tipo de cansancio. Total 83kms, 2h y algo, 31km/h de media.

CARRERA

Empiezo la media maratón demasiado rápido, estoy en 4:30min/km. Intento frenarme pero es mi ritmo, claro que al km 3, lo pago. No me siento cómodo, tengo mucho calor, empiezo a verlo muy negro. En el avituallamiento, intento refrescarme, tomar algo, pero no, no voy bien. Me paro, ando, vuelvo a correr y vuelvo andar un poco desesperado. Veo a Ana, me paro. Ella me anima pero sabe en su interior que esto pinta mal. Venga, me reanimo mentalmente, me auto-reto: cuando hagas 2kms puedes parar, y así vo:. 2kms corriendo, 2 min andando. Miro el garmin, 7 kms. Esto es duro. Mi rodilla va bien, pero me duele el pie de mi ampolla. Venga, me vuelvo a animar y hago casi 5kms sin parar. Estoy llegando a mitad de la segunda vuelta y me pongo en modo automático. En el km 15 me quitó el zapato, no puedo más con la ampolla. Me quito en compeed que había puesto arrancando media piel. Estoy sangrando y en una parte estoy sin piel. Que dolor! Me da igual, sigo solo me falta 6kms, que me amputen el pie si hace falta pero lo voy a terminar. Empiezo la tercera vuelta. Un tío está con la manguera regando a los corredores. Me paro a su lado y me da una ducha fría, la más rica de mi vida. Esto me da ánimo. En el km 17, mi rodilla me dice que ya no puede más. Le respondo que ahora no, sólo quedan 4 kms y que el buzón de reclamaciones está cerrado. Última recta, la empiezo andando: prefiero llegar algo más fresco a meta. Me sobrepasa una francesa de Dijon y me dice que sólo faltan 2 Kms. Ya nadie podrá pararme, disfruto esa recta, me quitó la gorra para salir bien en la foto finish (tripostureo por favor!) y por fin cruzo la dulce meta. Ana me espera allí. Lo puedo decir alto y claro: soy half-ironman!

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